Empezamos la clase utilizando los globos como forma de calentamiento, a través de los cuales y sin su ayuda más tarde, tuvimos que tirar de nuestra imaginación para simular que seguíamos con ellos. Esta manera de empezar la clase resultó ser muy divertida y entretenida, con el objetivo de empezar a “calentar motores” para las posteriores actividades. La verdad que sin estos juegos de introducción, que lograron “romper el hielo”, la siguiente actividad “representar algo bello” no hubiera salido con tanta naturalidad.
Más tarde, se nos propuso una nueva actividad, la cual consistía en trabajar con nuestra pareja para representar durante cinco segundos algo que para nosotros fuera bello, enseñarlo a los compañeros para posibles mejoras y más tarde grabarlo. En conjunto vimos una gran variedad de representaciones, las cuales tenían que ver con alguna situación concreta de nuestras vidas y otras de simples movimientos sin el objetivo de representar nada en concreto como fue nuestro caso. Esta nueva práctica nos hizo experimentar sensaciones nuevas, además de ver la dificultad que supone representar la palabra “belleza”.
Aquí tenemos el resultado de “lo más bello”:
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